Venezuela y su victoria frente a las sanciones
El actual presidente Nicolás Maduro busca convalidar la victoria de la estrategia gubernamental contra las sanciones en las próximas elecciones presidenciales. Foto: EFE
16 de julio de 2024 Hora: 21:38
Solidaridad internacional, estrategia, geopolítica y la inventiva de todo un pueblo permiten a Venezuela superar el bloqueo ilegal ordenado por Washington.
En abril de este año el Servicio de Investigación del Congreso de los Estados Unidos (CSR) publicó un informe en cual señala que la política de sanciones y de “máxima presión” contra Venezuela fallaron en su meta de lograr derrocar al Gobierno.
Según el documento titulado «Venezuela: revisión de la política de sanciones de EE.UU.», desde 2005 se han impuesto diversas medidas contra individuos y entidades venezolanas que a la fecha no han tenido los resultados con los cuales fueron planteadas.
Este fracaso de la política de injerencia estadounidense reconocido por este organismo oficial también se constata en la realidad. Tras un fuerte impacto en los primeros años de aplicación que incluyeron el robo de activos del Estado, la destrucción del aparato productivo venezolano y el desabastecimiento de insumos fundamentales como alimentos y medicamentos; hoy la economía venezolana espera un crecimiento del cuatro por ciento del producto bruto interno (PBI) según señala Fondo Monetario Internacional, entidad financiera con sede en Washington y el presidente Nicolás Maduro aseguró que la expansión podría llegar a ser del ocho por ciento en este 2024.
En tanto, el crecimiento no se da sólo cuantitativamente, ya que a la recuperación petrolera se suma la diversificación de la economía y el desarrollo de Zonas Económicas Exclusivas con el apoyo de China, con el avance planificado del desarrollo nacional.
Una tarea difícil
Ya en el año 2018, Alfred-Maurice de Zayas, experto independiente de las Naciones Unidas (ONU) para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo determinó que estas medidas punitivas «además de obstruir el acceso al financiamiento externo y los pagos internacionales, han afectado el funcionamiento normal del aparato productivo nacional, creando una reducción de la oferta de bienes y servicios locales».
En el periodo de aplicación, el bloqueo impulsado por Washington produjo un daño cesante que según estimaciones oficiales rondaría más de cuatro mil millones de barriles de petróleo y, en consecuencia, produjeron perjuicios a la Nación bolivariana por más de 300 mil millones de dólares.
“Las sanciones unilaterales impuestas cada vez en mayor medida por los Estados Unidos y la Unión Europea y otros países han exacerbado los desafíos antes mencionados. Se ha reportado que el ingreso del Gobierno ha disminuido en 99 por ciento y, actualmente, el país vive con el 1 por ciento del ingreso que tenía antes de las sanciones”, señaló la relatora especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Alena Douhan, tras una visita de 11 días a territorio venezolano en febrero de 2021.
Como respuesta, la República Bolivariana ha encontrado alternativas a las acciones financieras a través de múltiples actores emergentes del Sur Global y se repuesto a los daños realizados a través del desarrollo de respuestas novedosas, que reunieron el ingenio popular con la voluntad estatal y sobrellevaron con éxito las sanciones consideradas como criminales por Naciones Unidas.
La solidaridad como alternativa al bloqueo
Entre otras múltiples afectaciones, el bloqueo estadounidense se tradujo en la escasez de algunas mercancías básicas para el consumo cotidiano; problema que fue sorteado con la cooperación de naciones víctimas del mismo bloqueo que pesa sobre Venezuela.
En 2020 Irán envió camiones cisterna de gasolina, repuestos y expertos para reparar una refinería en problemas y un barco lleno de alimentos, además de enviar repuestos y expertos para reparar una refinería en problemas. Del mismo modo, en 2022 Irán puso en marcha la refinería El Palito de la petrolera estatal venezolana PDVSA.
La cooperación mutua fue señalada por el subsecretario interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Michael Kozak como una alianza entre Estados “parias”: “De verdad me sorprendería si Venezuela logra obtener muchos beneficios de Irán. Irán está dispuesto a juguetear, está dispuesto a venderle mercancías a Venezuela cuando Venezuela realmente no tiene el dinero para comprar gran cosa”.
Sin embargo la cooperación estratégica, en base a objetivos geopolíticos comunes ha permitido a ambos países beneficiarse mutuamente en su lucha por imponerse ante la política de sanciones. Teherán, que afrontaba la política sancionatoria de Washington desde principios de 2000, apostó al mercado venezolano. El desarrollo del sector privado iraní en la primera década del milenio, que abarcó mejoras en la calidad y eficiencia de la fabricación, así como la captura de la participación del mercado local, llevó a un mayor número de empresas manufactureras a considerar el potencial de exportación.
Este ejemplo fue seguido por Venezuela, cuya resiliencia frente a la coerción económica a corto plazo se alinearon con estrategias adoptadas por otros países sancionados y el aislamiento se convirtió en la base de un acercamiento económico y político más sólido y exitoso en el futuro.
Del mismo modo que con Irán, Venezuela ha establecido vínculos de cooperación con naciones de todo el mundo que le han permitido a la nación caribeña sobreponerse a los perjuicios sancionatorios.
En defensa, tecnología y energía, Rusia ha cooperado en reiteradas ocasiones, siendo uno de los casos más emblemáticos la extracción de crudo a través de la energética estatal Rosneft y luego sus subsidiarias. En tanto, China ha sido un actor estratégico en la reactivación de la economía venezolana, tanto a través del suministro de tecnología y asesoramiento, como de financiamiento y la compra de la producción energética venezolana.
A su vez, Venezuela ha establecido relaciones de confraternidad con las naciones del Caribe, protagoniza varios foros regionales y mantiene una articulación fluida con bloques de países de Oriente Medio y África, además de ser uno de los actores más activos en distintos organismos multilaterales, donde reitera en cada oportunidad su reclamo del cese de las políticas coercitivas dictadas por Washington.
Innovación popular
Trabajadores e innovadores venezolanos fueron parte fundamental de la resistencia al bloqueo, destacándose el enfrentamiento a las dificultades técnicas en “cayapas”, como se llama tradicionalmente al esfuerzo colectivo para una tarea concreta desde distintos ángulos del conocimiento.
La política de máxima presión dictada por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, que tuvo una de sus expresiones más crueles en el bloqueo de la llegada de vacunas para el Covid-19 en 2019, momento en que se activaron más de 500 los equipos médicos reparados en el marco del Plan Cayapa Heroica, programa creado por el presidente Nicolás Maduro con el fin de repotenciar equipos que sirven para atender a la población venezolana en los centros hospitalarios del país y sustituir importaciones.
Con la meta de resolver “nudos críticos” o puntos del proceso productivo, el personal obrero y tecnológico ha recorrido buena parte del país abordando cientos de incubadoras y otros equipos médicos fuera de servicio para recuperarlos. Otras experiencias similares se dieron fueron protagonizados por los trabajadores del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), en el estado Falcón, organizados en Consejos Productivos de Trabajadores (CPT) y la Universidad Bolivariana de Trabajadores “Jesús Rivero” (UBTJR), organizaron un equipo multidisciplinario con ingenieros, mecánicos, sistematizadores y operadores para la reparación de compresores para reactivar la refinación de combustible.
Además se ha logrado de manera autóctona y de manera creativa el mantenimiento y fabricación de partes y piezas impedidas de ingresar por el bloqueo y también se han puestas en operación fábricas que habían cerrado como consecuencia de las sanciones.
La estrategia nacional
Ante la batería de medidas tomadas en coerción contra el pueblo venezolano y con el objetivo de desestabilizar el gobierno democráticamente electo, los poderes del Estado asumieron el desafío de conducir los esfuerzos patrióticos y llevarlos a buen puerto.
Las acciones llevadas adelantes por el Gobierno bolivariano han ido desde garantizar la alimentación de la población hasta reordenar la matriz industrial del país, todo ello coordinado desde «Tercer Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación de Venezuela«, un plan a mediano plazo para el período 2019-2025.
En tanto, una de las instancias donde se cristalizó la voluntad estatal para enfrentar la política sancionatoria de Estados Unidos y la Unión Europea fue la Ley Antibloqueo promulgada en octubre de 2020 para proveer al Estado de los mecanismos para atender los efectos del bloqueo y que atiende factores que van desde los Derechos Humanos de la población hasta la adopción de múltiples mecanismos para garantizar el desarrollo nacional.
En su discurso de presentación del proyecto ante la Asamblea Nacional Constituyente, el presidente Nicolás Maduro resaltó la importancia del texto en cuanto a enfrentar las pretensiones de “cambio de régimen” a través de una “guerra invisible y multiforme”, como ha sido descrita de manera extensa y profunda en esta tribuna durante años y que también es conceptualizada en el informe “La verdad de Venezuela contra la infamia”.
Maduro hacía referencia a la acciones desestabilizadoras promovidas desde el extranjeros para lograr el derrocamiento de la revolución bolivariana. Según el analista internacional, Orlando Romero Harrington, “Venezuela es un pilar y un ejemplo dentro de latinoamérica por ser el patio trasero o quizás el campo de experimentación de una de las guerras mediáticas más crueles de la historia sobre todo en relación con América Latina el que no lo quiera ver y el que no lo quiera entender pues simplemente está fuera de contexto dentro del continente”.
Razón por el cual dentro de la estrategia de recuperación de la economía venezolana, Caracas enfrentó al ataque constante de las principales usinas de prensa con el objetivo de justificar el bloqueo y una narrativa revestida como un instrumento para «recuperar la democracia».
En tanto, el discurso se ha erosionado, abriendo paso a un rechazo frontal a las sanciones que continúa expandiéndose. Este giro también responde a un cálculo político básico: el bloqueo ha roto el umbral de la violación masiva de los derechos humanos del pueblo venezolano, lo que convierte a sus cómplices y promotores en responsables directos o indirectos de crímenes de lesa humanidad.
Autor: Nicolás Hernández